lunes, 31 de octubre de 2011

Los pequeños detalles siempre son buenos.

Que este mundo es muy grande, y hay demasiadas personas que no conocemos. Y puede que solo un tercio de las que conoces sean de verdad amigos. Quizás parezca una cifra pequeña, pero yo necesito ese tercio. Porque es una de las mejores cosas que hay. Puede que no sean personas perfectas o tengan más defectos que virtudes, pero las virtudes destacan por encima de esos defectos. Que las discusiones abunden, es probable, pero de cada discusión sale una reconciliación que recordar. Que no necesitas motivos para dar un abrazo, solo tienes que ir corriendo y ellos te abrirán los brazos. Si tienes un día malo, no te preocupes, pasa un rato con ellos que esa tristeza se convierte en felicidad. Que no sean muy conocidos por todo el mundo es cierto, pero para qué conocer todo el mundo si el tercio ese es el que me saca las sonrisas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario