Caribean.

Hoy, me he levantado con resaca de realidades.

He sonreído, porque has sido lo primero que hoy el sol ha querido que piense. Me acordado de nuestro último abrazo. Ese que me dejó tu aroma adherido al cuello, a cada centímetro de una piel que creo que es ya más tuya que mía.

He recordado el calor de tus labios, consecutiva acción de un te quiero suscitado al oído con pasión de poeta muerto. He volado por el timbre de tu voz rasposa, cariñosa, fiebre de mis locuras y fantasías. He aterrizado en el tacto suave de tus manos, esas que ahora pinto en el pensamiento con una soltura que yo misma creía inimaginable.

He evocado desde tu simple "buenos días princesa", ese que me pone tan tierna, hasta nuestras despedidas que quieren durar más que las conversaciones. He hundido la cabeza en la almohada queriendo retirar de mí las ganas de ti. Mis ganas de ser tus ganas.

Eres mis ganas de dejarlo todo, de escaparnos donde nadie nos vea. Mis ganas de volar más alto que el cielo, más alto que nadie. Eres la clara prueba de que la felicidad tiene nombre y apellidos. Eres lo último que me faltaba para constatar que el paraíso no es una mera invención de los hombres.

Eres... Mi resaca de realidades. O más bien, tú eres mi realidad