domingo, 8 de enero de 2012

Te llevaste sin querer mi sonrisa en tu mirada.

Y ahora estoy en esa etapa de la vida en la que toda persona pasa. En la que no sabes ninguna respuesta a las preguntas que se te plantean todos los días. Es cuando comienzas a pensar que por qué las hojas cuando están amarillas se caen o por qué los sugus de piña son azules. Quizás esas no sean mis dudas ahora mismo, quizás las sean más adelante, pero yo hoy me pregunto que por qué sonrío sin ningún motivo o por qué quiero estar siempre guapísima cuando antes me daba igual ir en chándal por la calle.
No sé, son dudas que aún no he resuelto. Pero he llegado a conclusiones. Conclusiones que pueden ser precipitadas, pero es lo más próximo a estas cuestiones. Puedo equivocarme, pero, puede que no sonría sin ningún motivo, sino que sonrío porque me acuerdo de su sonrisa o no es que quiera ir a la última. sino que quiero ir perfecta para cuando me vea. No estoy segura. Eso puede que explique, pero dentro de un tiempo me surgirán muchos más interrogantes. Sólo hay una duda que nunca me plantearé, y tu dices que estaré equivocada, pero no. De lo que estoy verdaderamente segura es que te quiero, y si me surgiera alguna duda sobre esto más adelante sería cuando puedo llegar a quererte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario